LOS SECRETOS DEL MEDIO AMBIENTE QUE NOS RODEA

En días pasados en los árboles de nuestra área verde nos acompañó esta misteriosa ave.

LA NORMAL SUPERIOR “PARAISO PARA ORNITÓLOGOS”
A la ya significativa lista de especies faunísticas que se pueden apreciar en las zonas verdes de nuestra institución, donde llegan ardillas, milanos, azulejos, bichojues, torcazas, chamones, cucaracheros, mirlas, tominejos, iguanas, patos silvestres, loras cabeciazules, canarios, búhos, amén de libélulas, saltamontes, mariquitas, zarigüellas, hormigas, se suma hoy a este inventario el enigmático “perico de pluma” o “mirapalcielo”, un ave de hábitos nocturnos que pasa desapercibida para el ojo profano del ser humano en la naturaleza, pero que hoy ha sido descubierto gracias a la agudeza visual de nuestros chicos que buscan tonos grises en las sombras y que describen personajes e historias en las caprichosas formas de las nubes en el cielo.
Esta ave recibe el nombre de “perico de pluma” ya que su canto se asemeja al del perico de pelo o perezoso, desdentado propio de nuestras selvas tropicales y “mirapalcielo” por su postura corporal, ya que al mejor estilo del “Terminator” del séptimo arte, adopta una rigidez de piedra o mejor de palo, sobre los troncos secos de los árboles, los cuales le sirven para camuflarse, mientras su pico de base ancha y terminación curva, apunta al infinito, como mirando hacia el cielo.
Quienes lo han escuchado han caído presos de espanto, ya que su canto, mitad risa mitad lamento, sólo es audible cuando en las selvas y valles se ha ido la luz del día para darle paso a la noche, ahhhhn… aahhhn... ahhhn…ahhhnn……….., es el eco tenebroso que se escucha hasta justo antes del amanecer.
Hasta pronto y duerman mientras puedan.
Carlos Arturo Morales Jiménez
Esp. Planeación para la Educación Ambiental